En una visita a la Galería de Arte Crawford en Cork, un chico
tuvo la gran idea de fotografiar la colección del museo de estatuas para que se
vea como si las estatuas se hubieran hecho selfies.
Los “modelos” que posaron en estos selfies son copias de las estatuas originales en el museo del Vaticano.
Al tomar “selfies” con ellos, el chico ha creado una especie de puente hacia la diversión entre el presente y el pasado. La mejor parte es que casi cualquier persona puede tomar unas fotos como éstas.